Quizás bien pueda definirse todavía a Marcos Paz como pueblo y ciudad.
Ocurre que pese al crecimiento, sus habitantes se resisten a perder la identidad de pueblo.Es que hace muchos años un poeta local (Mario J. Grand) bautizó a Marcos Paz como Pueblo del Arbol, a través de un poema. Con el correr del tiempo y con un gran crecimiento poblacional, Marcos Paz es establecida como Ciudad y allí se la bautiza oficialmente Ciudad del Arbol.
El Pueblo y la Ciudad siguen representando dos puntos extremos entre los que la ciudad-pueblo permanece en tensión. Y aunque muy probablemente la Ciudad se devore al Pueblo, para muchos de los que viven aquí, el Pueblo seguirá siendo la opción para seguir eligiendo a Marcos Paz como lugar donde vivir, crecer y criar a sus hijos.
Sin embargo, su maravilloso verde, sus árboles, su tradicional cultura gauchesca, sus hermosos sitios urbanos y rurales, hacen que Marcos Paz siga siendo elegido por muchas personas como lugar para vivir más cerca de la naturaleza, en paz y en armonía. Y de esta manera los antiguos vecinos del pueblo y quienes lo han adoptado como su nuevo hogar, se esfuerzan por mantener su belleza y defender un estilo de vida que aún conserva la solidaridad y «la siesta» como un patrimonio.
Cada 25 de abril se celebra la fiesta de San Marcos, su Santo Patrono, una celebración popular que congrega a todo un pueblo y a visitantes, que colman el Santuario San Marcos Evangelista (9 de julio y Sarmiento), la plaza y sus adyacencias.
LUGARES PARA VISITAR
Casa de la Cultura: Belgrano y 25 de Mayo.
Centro Cultural Municipal: Avellaneda 1950.
Feria de Artesanos (Sábados, Domingos y feriados en Plaza San Martín)
City Tour (Te: 0220 4772126 – Comisión Municipal de Turismo)
Museo Luso Argentino (Hipolito Yrigoyen 377)
Comunidad Hare Krishna
Plantación de Arándanos (Te: 0220 4770507)
El turismo rural se hace presente con cuatro estancias turísitcas.Y para disfrutar a pleno de su escapada a Marcos Paz, no debe dejar de probar la gastronomía local, hay muy buenos lugares donde poder saborear un buen almuerzo, con la esmerada atención campechana, como «La Casona» (Emilio Mitre 150), en el centro o el restaurant de campo «La Escondida» (Ruta 200 km. 50), para mencionar algunos ejemplos.